El Camino de las Ocas


Las culturas celtas y preceltas mantenían un símbolo sagrado para sus cofradías y hermandades: la oca o el ganso, representados por la simbología de la pata de la oca que, al caminar, deja impresa una marca muy semejante al tridente de Poseidón que fue característico de todas aquellas culturas atlantes. El Camino de las Estrellas coincide con el Camino de la Oca y la Concha.
Cuando los primeros cristianos comienzan a peregrinar a Santiago, se encuentran con que los pobladores del Camino tienen profundas tradiciones y hablan de un Camino de las Ocas o de las Estrellas y de un Campo de las Estrellas al cual se llega por un laberinto que es necesario recorrer para renovarse por dentro. Estas vivencias son imposibles de arrancar y lo que hacen es cristianizarlas. Las Órdenes que se van a encargar de cristianizarlas son principalmente: Cluny, Cister y la del Temple que, a partir del Siglo X, se encarga de las construcciones arquitectónicas del Camono, que son dotadas de una simbología en consonancia con el cristianismo y con ésa otra cultura celta anterior.
Es así, como esos antiguos símbolos (la estrella, la concha, la pata de oca, el cuervo, el lobo, el perro...) se adoptan como símbolos cristianos y se incorporan a la peregrinación cristiana.